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  • Writer's pictureEduardo Olate Munoz

Creando un jardín más sustentable

Crear un jardín ambientalmente sostenible implica adoptar prácticas que minimicen los impactos negativos en el ecosistema y promuevan la biodiversidad. Aquí hay algunos pasos para ayudarte a lograr un jardín más sostenible:

  1. Usa plantas nativas. Elije plantas nativas que estén adaptadas al clima, suelo y plagas de tu región. Las plantas nativas generalmente requieren menos agua y mantenimiento, y brindan hábitat para la vida silvestre local.

  2. Ahorra agua. Usa técnicas de riego eficientes, regula la frecuencia y caudal según lo que tu jardín necesite mensualmente. Esto te ayudará a minimizar la pérdida de agua, y reducirá su costo. En zonas húmedas, recoge el agua de lluvia en barriles para usarla luego en el riego.

  3. Utiliza mulch. Aplica algún tipo de mulch o cobertura orgánica sobre el suelo alrededor de las plantas, tales como astillas de madera o paja de algún cereal. El mulch ayuda a retener la humedad del suelo, controla la germinación de semillas de malezas, y ayuda a aumentar la materia orgánica del del suelo.

  4. Fabrica tu propio compost. Haz una pila o contenedor de compost para reciclar los desechos vegetales de la cocina, los desechos del jardín y las hojas caídas. El compost enriquece el suelo, reduce los desechos que envías a los vertederos, y elimina la necesidad de fertilizantes químicos a nivel de jardín.

  5. Usa control natural de plagas. Fomenta los insectos benéficos y pájaros que se alimentan de plagas. Evita el uso de pesticidas sintéticos, y opta por alternativas naturales cuando sea necesario.

  6. Usa fertilizantes orgánicos. Si tu suelo está en buenas condiciones físicas y químicas, lo más probable es que no necesites agregar fertilizantes artificiales, los cuales poseen una alta huella de carbono. En caso de requerirlo, usa fertilizantes orgánicos, tales como compost o estiércol bien descompuesto, para proporcionar nutrientes a tus plantas.

  7. Reduce al mínimo el área de césped. Los céspedes requieren de mucha agua y energía para su mantenimiento. Considera reducir el tamaño de tu césped, evaluando su real uso y utilidad. Aprovecha ese espacio para agrandar tu jardín con nuevas especies, y crear espacios con distinto carácter. Reemplázalo por plantas nativas, herbáceas perennes, árboles, y arbustos.

  8. Crea hábitats de vida silvestre. Crea hábitats para la vida silvestre colocando casetas para nidos de aves, hoteles para abejas e insectos, bebederos de agua y plantas que atraigan a polinizantes de distinto tipo. Usa cuidadosamente la iluminación de tu jardín, para evitar alterar vida silvestre nocturna.

  9. Practica la jardinería de mínima o cero labranza. Minimiza la perturbación del suelo para así preservar su estructura, maximizar la actividad microbiana y de micro-fauna, prevenir la micro-erosión, y mantener la fertilidad del suelo. En vez de picar el suelo alrededor de las plantas, es mucho más eficiente aplicar algún tipo de mulch orgánico, evitando además el daño a las raíces superficiales, lo que puede provocar ingreso de enfermedades.

  10. Usa equipos energéticamente eficientes. Utiliza equipos eléctricos o manuales en lugar de las que funcionan con gasolina, para así reducir tus emisiones de carbono, y la contaminación acústica.

  11. Prefiere materiales naturales o reciclados. Para tus estructuras de jardín, caminos y superficies duras, elige materiales sostenibles, y de origen local. Ojalá utilices materiales reciclados. Pregúntate cómo reciclarás el material que has escogido cuando termine su vida útil, antes de tomar una decisión de construcción.

  12. Selecciona plantas resistentes a plagas y enfermedades. Elige especies o variedades de plantas que sean naturalmente resistentes a enfermedades y plagas comunes en tu área, reduciendo así la necesidad de tratamientos químicos.

  • Infórmate y aprende continuamente sobre prácticas de jardinería sostenible, y sobre nuevas técnicas y productos.

  • Recuerda que construir un jardín ambientalmente sostenible es un proceso gradual.

  • Comienza implementando estos cambios de a poco, y adaptando estas prácticas según las condiciones específicas de tu jardín y zona geográfica.

  • Con el tiempo tu jardín se convertirá en un espacio no solo para disfrutarlo, sino que también donde tus plantas crecerán en mucho mejor condición, y que beneficiará al ecosistema local donde vives.



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